Y ése, precisamente, es el Chivo Chaves. Del que algunos pudieron comer (porque así lo querían) y otros logramos disfrutar a través de mañas menos empíricas pero igualmente ingeniosas (y satisfactorias, claro). La mascota ha muerto, ¿viva la mascota?
martes, 4 de marzo de 2008
Suscribirse a:
Enviar comentarios (Atom)
5 comentarios:
Y ya que te pones a hablar empíricamente pipibiripipí con la bota empiná, ¿no sería muncho más mejor que vulgarisarte ver a una búlgara ensartada?
SALUD
P.D.
Si, ya sé que es malo de cojones, pero no iba a escribir lo que me acabas de decir que no escriba, ya sabes, de-lo-que-no-quires
vengaaaaaaa, que no lo escribo... hoy. Otro día ya veré.
más chivo????
nena... qué pechá de cabra hay en tu vida, no???
;)
muchas cabras, sí. Y, afortunadamente, no hay cabrones. Una, que tiene suerte...
Hola nena,
hija, que como estamos tan blogueras, no me resisto a dejarte la rúbrica como señal de que he pasado por aquí.
Un beso,
ya volveré...
Feliz cumple, amore!!
Publicar un comentario