Yo, que dudo si es más terrorífico ser sordomuda o ciega, llevo varias semanas (¿o son meses?) recurriendo a la estrategia de convertir el mutismo en una suerte de técnica houdiniana que puede hacer desaparecer mis problemas. Y así, hablando de muchas cosas autorreferenciales (mi egocentrismo verborreico me ha condenado a carecer de vida privada y descartar el rol de mujer misteriosa), rechazo las conversaciones que tienen que ver con el trabajo y con la vivienda.
Esto nos ha llevado tanto a mis interlocutores como a mí a momentos que hasta ahora apenas se habían vivido: yo, callada, escuchando, pensado...
...y mirando. Tenéis que comprender entonces que, a veces, y aunque esa reacción no tenga nada que ver con la tertulia mantenida, esboce una sonrisa descontextualizada
sábado, 29 de marzo de 2008
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4 comentarios:
CALLADA????
tesquieyá
ira, ira... que llevas tú mucho tiempo sin verme los dientes como pa decir eso, choni!!! por cierto, creo que ya tengo caseta, del primo del pepito. y si aguantamos hasta el viernes tenemos hasta coche de caballos. "vámonos pa la feria, cariño mío..."
http://www.lavanguardia.es/lv24h/20080403/53452217663.html
Por si no os quedaba claro que la tele mata.-
gaya, bienvenidx. Por cierto, necesito más información, quiero saber quién ese hombre que rechaza los taladros!!
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