jueves, 28 de febrero de 2008

Mis colegas del norte

Los conocí este verano, en mi última escapada a esa costa que, aunque fría, húmeda y rocosa, salpica hospitalidad. En un remanso de paz y amistad, regado con Albarín Blanco, redescubrí la seducción de la música y, más tarde, la esencia artística de una buena narrativa fílmica. A disfrutar se ha dicho...


4 comentarios:

pepino de triana dijo...

el señor de gafas del cuello amarillo es el padre de la coro

la aguja en el dedo dijo...

que viva el norte!!!
Yo lo perdi hace tiempo...

Anónimo dijo...

Cómo he disfrutado!!!
A20U!!!!!!

nuez dijo...

Qué entrañabilidad, madre mía!quiero ser de la pandilla.